jueves, 26 de mayo de 2011

LLAMAMÉ CHECHU.cap5.


Cap 5. La duda.

Juanju , aun estar dudando de la veracidad de la historia, se siente atraído por ella. Y sin tanto entusiasmo como antes, pero con curiosidad por la respuesta, le pregunta:
-         ¿Y que pasó con María Magdalena y con tu hija?
-         Pues, yo en esa época era un chaval. Y me enteré, de que tenía una hija cuando ella tenía cinco años. En cuanto me enteré dejé la feria y me volví a Jerusalem. Pero fue volver, ver a los amigos, y cuando me dirigía a casa de María Magdalena me cogieron unos romanos me pusieron una cruz en la espalda y me estuvieron haciendo perrerías hasta que me hice el muerto. Y de esta manera conseguí escapar. Vale que yo soy inmortal, pero a nadie le gusta que lo puteen. Así que decidí alejarme de allí para siempre, antes de que se enteraran de que tenía una hija con Maria Magdalena y les pasara algo a ellas… Bueno, por eso, y porque estaba saliendo con una tía que me traía loco, y que luego me enteré que era como las neveras; solo servia para meterle carne, huevos y leche. JAJAJA.
Ríe Jesucristo exageradamente mientras le da golpes de complicidad en el hombro a Juanju, que lo mira indiferente esperando que siga con su historia.
En ese momento sale el camarero de la barra y se dirige a la mesa con una bandeja. Verlo llegar a la mesa hacia sufrir, ya que debido a un accidente que tubo trabajando en el campo, tenia los pies metidos hacia adentro como si una punta del pie mirase a la otra, las rodillas igual y andaba tambaleándose ligeramente de un lado a otro. El accidente agrario que le causo este defecto en las piernas, fue por la costumbre que tenía de colarse en el huerto privado de un convento y hacerle el amor a todas las frutas y hortalizas que había en ese momento. Un día, estando dentro del huerto haciéndole el amor a un melón al que le tenia un especial cariño, escucho un ruido. Se giró rápidamente e intentó saltar el alambre de espinas que cercaba el huerto. Al hacer el intento de saltar se dio cuenta que no podía, ya que tenía los pantalones en los tobillos y con las manos estaba sujetando el melón a la altura de su cintura. Ese fue el motivo de que cayera de bruces en el alambre de espinas y que este, le hiciera graves heridas en sus piernas. Aunque el siga defendiendo que mereció la pena. Y que hable de ese momento como “el mejogr polvo de su vida”, añadiendo con nostalgia y los ojos húmedos por la emoción “nunca olvidagré a aquel melón”. Tampoco sabía pronunciar la “r”.
Cuando el camarero consigue llegar a la mesa, para tranquilidad de Juanju y Jesucristo que no habían parado de mirarlo con tensión desde que salio de la barra. Trae en la bandeja un licor de hierbas y un plato con pistachos.
-         Aquí tienes Chechu, espegro que los disfgrutes- Dice el camarero fatigado y sudoroso pero con una sonrisa en la cara- ¿Tu quiegres otgro licogr de hiegrbas y unos pistachos?- le pregunta a Juanju.
-         No gracias, yo para beber prefiero una botellita de agua.- contesta Juanju arto ya de ese maldito licor.- Y para comer ¿Qué tienen?
-         Pistachos.
-         Están riquísimos- apunta Jesucristo.
-         ¿No tienen otra cosa?- Pregunta Juanju
-         No, no hay otgra cosa. Hay pistachos. Están ggggriquisimos.- Exagera el camarero orgulloso de sus pistachos.
-         Bueno pues da igual, entonces no comeré nada- Cuando Juanju dice esto, el camarero se da la vuelta para volver detrás de la barra. Y en ese momento Juanju le hace otra pregunta- Perdone, ¿tienen algo de fruta?
El camarero gira la cabeza y mira a Juanju sin poder articular palabra. Se le humedecen los ojos  y le cae una lágrima por su mejilla. Al hablar de fruta le ha venido a la cabeza su querido melón que jamás volverá a ver. Rompe a llorar, gira de nuevo la cabeza y entre espasmos de llanto, intenta llegar lo antes posible al baño. Esta rapidez hace que su tambaleo sea mucho mas pronunciado y que sus hombros y cara vallan chocando repetidamente entre la barra y la pared.
-         ¿Qué le pasa?- Pregunta Juanju a Jesucristo.
-         Mejor que no lo sepas. Hazme caso.
Juanju, haciendo caso a Jesucristo, olvida el problema del camarero y se centra en la historia que le incumbe a él.
-         ¿Y como sabes que yo soy el ultimo descendiente de tu hija?  ¿Y porque no has hablado antes con mis antecesores?
-         Pues por una sencilla razón, porque yo hasta hace poco no me acordaba de lo de mi hija. Pero el otro día me encontré a María Magdalena en el Raval y me lo contó.
-         ¿Osea, que dices que María Magdalena sigue viva?- Pregunta Juanju apoyando la cabeza sobre su mano derecha, como dejando entender su falta de interés y la poca credibilidad que le daba a la historia.
-         ¡Pues claro! Vive en el Raval. Te explico: Maria Magdalena, en realidad se llamaba Maria del Carmen Magdalena. Después del follón que tuve yo con los Romanos decidió utilizar el nombre de “Carmen” y se hizo llamar Carmen Magdalena y se vino a vivir a Barcelona. Al ser también inmortal como yo, se ha tenido que renovar el D.N.I muchísimas veces y aprovechando esta circunstancia, cada vez que se lo renovaba se cambiaba una letra de el apellido. Empezó llamándose María de Magdalena, el siguiente fue Carmen de Mariarena y, hoy por hoy, se hace llamar Carmen de Mairena. Puede ser que la hayas visto alguna vez en la televisión. Siempre le ha perdido su ego para pasar desapercibida...
-         ¡¿Me quieres decir que yo soy descendiente de Carmen de Mairena?!
-         Si.
-         Pero… ¿Tu sabes que Carmen de Mairena antes era un hombre?- Dice Juanju desencantado y totalmente convencido de que la persona que tenia delante no era Jesucristo, sino que era un loco, con el que había perdido todo el día escuchando una historia que no tenia ni pies, ni cabeza.
-         ¡Pues claro que lo sé! Por eso la gente cree que Jesucristo no tuvo descendencia, porque lo de Maria Magdalena fue un milagro de Dios…
En ese momento se corta la conversación al ver que el camarero deja en mesa la botellita de agua de Juanju. Su cara daba a entender que todavía estaba apenado por el recuerdo del su melón, así que después de dejar la botella de agua en la mesa, se fue detrás de la barra a seguir mirando con tristeza la foto que compro en Port Aventura donde salían el melón y él montados en el Dragon Khan.
Al ver que el camarero se alejaba Jesucristo sigue con la conversación:
-         Supongo que esto para ti tiene que haber sido un shock. ¿Estas bien Juanju?- Pregunta Jesucristo viendo la cara de desesperación que tiene Juanju.
-         ¡No, no estoy bien!- Contesta Juanju enfadado y sintiéndose engañado por la persona que tenía delante.- ¡No estoy bien, porque estoy hablando con  un loco que me ha hecho perder el día entero diciendo que es Jesucristo y que en realidad es un desequilibrado mental, que probablemente halla contado esta historia a muchas personas en busca de dinero o de alguna otra cosa!
Jesucristo lo mira con una media sonrisa dibujada en la cara y apartando la mirada de sus ojos con un gesto de desilusión. Y con la mirada perdida le pregunta:
-         ¿De verdad piensas eso?
-         Si. Lo pienso.- Dice Juanju esperando una reacción agresiva.
-         Será mejor que me valla.- Dice Jesucristo con cara de resignación
Jesucristo se levanta del taburete. Rodea la mesa y abraza a Juanju que no reacciona sorprendido por el ese gesto. Mientras los brazos de Jesucristo rodean a Juanju, acerca su boca al oído de Juanju y susurrando le dice:
-         Mi tiempo en la tierra se ha acabado, tú serás mi representación en la tierra. Te doy mi bendición. Espero que recapacites.
-         Vale, ya recapacitaré- Le contesta Juanju intentando sacárselo de encima lo antes posible.
Jesucristo, o Chechu como se hacia llamar, aparta la cortina de macarrones y se va de allí sin mirar atrás. Cuando Juanju pierde de vista a ese hombre se siente aliviado a la vez que engañado y terriblemente tonto por haberse ilusionado por una historia tan absurda. De repente en el bar dejó de sonar la canción “The Neverending Story” versión maquina y se creo un silencio inquietante. El repentino silencio hace que Juanju mire a la barra. El camarero no estaba. En ese momento se le revuelve el estomago a causa de un olor nauseabundo, era un intenso olor a mierda. A Juanju le entra un escalofrió por todo el cuerpo y que se pone la piel de gallina. Gira su cabeza lentamente para mira la mesa. Su botellita de agua se había convertido en vino.

FIN.

LLAMAMÉ CHECHU.cap4.


Cap 4.  Maria Magdalena.

-         ¿Maria Magdalena?... ¿Qué tiene que ver conmigo?- pregunta Juanju extrañado
-         Si me dejas hablar y no me cortas a cada frase, te lo podré contar.- Le contesta Jesucristo mosqueado.
-         Cuando yo la conocí, Maria magdalena era una de esas “mujeres que fuman”…- Juanju sorprendido y exaltado lo corta rápidamente
-         ¿¡Era prostituta!?
-         ¡Que dices, “Almondiga”!- dice Jesucristo molesto, indignado y alzando la voz- ¡Era estanquera! ¡¿A ti que te pasa, eres tonto o tus padres son hermanos?!
-         Lo siento es que al decirme lo de “mujeres que fuman”, pues yo pensaba…- Se disculpa Juanju visiblemente avergonzado y agachando la mirada.
-         Pero es que tu no estas aquí para pensar, tu estas aquí para escuchar. Así que escucha y calla.
Jesucristo se muerde el puño mirando fijamente a Juanju con rabia. Respira profundamente para tranquilizarse mientras Juanju sigue sin levantar la mirada. Se forma un silencio tenso e incomodo durante unos segundos. Jesucristo, después de respirar profundamente cuatro veces, se saca el puño de la boca y sigue con la historia:
-         Yo en esa época trabajaba en la feria ambulante, concretamente era el “chico de los autos de choque”. Me dedicaba a aparcar los autos de choque que se quedaban en medio de la pista. Me subía encima de la goma que los rodea y desde ahí, sin sentarme y con una habilidad sobrehumana, cogía el volante y los apartaba perfectamente en un lateral de la pista, para que no molestase a la gente que se divertía en la atracción. El día que fuimos a mi ciudad natal, Jerusalem, una chica se montó en la atracción y mientras todos estaban disfrutando con sus coches en marcha, Maria Magdalena estaba con la ficha en la mano y sin saber que hacer con ella. Yo la vi, era una chica preciosa. Se veía una chica formal y recatada. Tenia el pelo rojo, sus labios eran carnosos, su pestañas negras y largas que realzaba su mirada penetrante. Rápidamente fui hacia ella, me subí a la goma que rodea al coche y mirándola a los ojos le dije “Quieres que te meta la ficha en la raja…en la del coche, me refiero…”. Creo que esa frase fue lo que la enamoró. Cuando acabé mi turno ella me estaba esperando. Compre dos cervezas de lata y los fuimos a un callejón de la plaza de Jerusalem. Esa fue la primera vez que me dijo “te quiero” mientras yo le daba golpecitos humillantes con mi pene en su frente…
En ese momento se acerca el camarero a la mesa y metiendo el brazo entre Juanju y Jesucristo para limpiar la mesa con una bayeta, que olía como si hubieran limpiado con ella el lavabo de una casa okupa, interrumpe la conversació;
-         ¿Van a querer algo los mas los señores?- Pregunta en camarero mientras limpia de manera obsesiva la mesa.
-         Pues mira, si. Voy a querer dos cosas. .- Contesta Jesucristo con serenidad y mirando al camarero desafiante- La primera que no me vuelvas a interrumpir cuando estoy hablando. Y la segunda que pongas en cuarentena a esa bayeta porque como venga Sanidad y vea este trapo, te precinta el bar-El camarero deja de limpiar, mira ofendido a Jesucristo y le dice:
-         ¡Mire, no pienso soportar ni una grosería mas de usted. Así que por favor vallase ahora mismo del bar.!
Jesucristo se acaba su Licor de hierbas de un trago. Se levanta de la silla y a la vez que le hace un gesto con la cabeza a Juanju le dice:
-         Vamos de aquí.
Juanju se levanta de su silla obediente, con la cabeza gacha y sigue a Jesucristo que se macha de la terraza a paso ligero. En ese momento, mientras Jesucristo camina rápidamente, Juanju empieza a dudar de él. Y piensa: “¿Y si realmente no es Jesucristo? ¿Y si es un estafador que se quiere ganar mi confianza?  Pero no, no es posible. ¿Como sino podría saber mi nombre? ¿Como podría saber que era yo el del interfono cuando lo piqué a casa? ¿Como podría explicar la sensación que experimenté en el bar, la primera vez que li vi?” Su pensamiento es interrumpido cuando Jesucristo se gira bruscamente y le dice:
-         ¿Tienes hambre?
-         Si.
-         Cambia esa cara, que con la tontería, nos hemos ido sin pagar.- Dice Jesucristo al ver la cara de preocupación de Juanju.- Pues, si tienes hambre, vamos a un bar irlandés que conozco donde ponen buena música y buenas tapas.
Se ponen en marcha al bar  que estaba en la calle Santander. A unos 10 minutos caminado de allí. Mientras caminan Jesucristo le pregunta Juanju:
-         ¿Que clase de música te gusta?
-         Me encantan Los Beathles. Es el mejor grupo de la historia.- Contesta Juanju entusiasmado.
-         ¿Los Beathles? ¡Pero si esos son los “Hombres G “ de Inglaterra!. La mejor música es la música Maquina. Al bar donde vamos no te esperes escuchar la mariconada esa de Los Beathles. El camarero que es amigo mío y se parece muchísimo a Gollum, siempre me pone mi canción preferida.
-         ¿Quién es Gollum?- Pregunta Junaju
-         Pues el de “El Señor de los Anillos” ¿No has visto el señor de los Anillos?
-         No. ¿De que va?
-         Madre mía! ¿En que mundo vives chaval?. La película se divide en tres partes: El señor de los anillos I, El señor de los anillos II, y aunque te parezca mentira, El señor de los anillos III.
La película trata de un anillo que se tiene que destruir llevándolo al monte de Mordor. Y a un señor mayor con pinta de pederasta que dice que es mago, como todos los pederastas, no se le ocurre mejor idea que darle la responsabilidad de destruir el anillo a un Hobbit homosexual llamado Frodo...Un hobbit es una persona que mide 1,50. Vamos que Frodo es como Juanito "el golosina" pero con pelos en los pies.
Frodo va acompañado de un colega suyo que se llama Sam, también Hobbit pero vasco. Se sabe que es vasco porque en la ultima película Frodo y Sam están subiendo al monte de Mordor, y Frodo al tener una sensibilidad muy acentuada, vamos, que es marica, pues se viene abajo y dice que no sigue, pero Sam dice, con acento vasco:  Ahí va la ostia! no podré con el anillo, pero el marica me lo echo al hombro y monte pa arriba!!”.
Y si, con dos cojones como dos castillos, se planta con el Hobbit  a cuestas ahí donde tiene que tirar el anillo.
Pero todos sabemos como son los Gays, que con las joyitas se vuelven locas, y dice el tío que no! que no lo tira, que se lo queda. ¡Bueno, el Vasco flipando! 
Menos mal que aparece un hombre bajito con sida, que también quería el anillo, supongo que para cambiarlo por heroína. Total, que se enganchan los dos, el señor del sida le mete un bocao al marica en el dedo, le arranca el dedo y el anillo, y se van a tomar por culo barranco abajo el sidoso, el dedo y el anillo. Fin. Y esto, mas o menos, es el resumen de las 3 películas. Si te digo la verdad, a mi me gustó más Willow, que es prácticamente lo mismo.- Jesucristo se para en seco- Mira, es aquí “el Irlandes”. Con la tontería de hablar casi me lo paso.
A pesar de llamarse “El Irlandés” se notaba a simple vista que allí no había puesto un pie un Irlandés en la vida. Era un bar sin ventanas. En el lugar de puerta había una cortina hecha con macarrones. Desde fuera se escuchaba el “Tum, tum” de la música Maquina a todo volumen. Al apartar la cortina ves un local estrecho, oscuro y con las paredes forradas de madera. La barra hacia forma de “L” dejando un hueco al lado de la entrada donde había una mesa alta de madera con dos taburetes a juego con la mesa. Era la única mesa que había en el bar. En las paredes había tres pósters colgados con chinchetas. Uno era una fotografía en blanco y negro del Empire State. Otro era una bandera de holanda, probablemente confundida por la de Irlanda. Y el último eran tres monos sonriendo y vestidos de mecánicos. El camarero era un hombre delgado que intentaba disimular su calvicie dejándose crecer los pelos de la coronilla y echándoselos hacia delante. El camarero, al ver entrar a Jesucristo cambio la música y puso la canción “The Neverending Story” versión maquina. Se esbozó una sonrisa en la cara de Jesucristo. El camarero se acercó a él y le dijo:
-         Chechu ¿lo de siempre?
Jesucristo asintió con la cabeza al camarero, se dio la vuelta y se sentó en el taburete apoyando los brazos en la mesa y esperando a que Juanju se sentara en el taburete que quedaba libre. Juanju se sentó escrupulosamente como si quisiera apoyarse lo menos posible en el taburete.
-         ¿Por donde iba con la historia de Maria Magdalena?- Pregunta Jesucristo frunciendo el ceño e intentando recordar donde había dejado la historia.
-         Estabais en un callejón de la plaza de Jerusalem y ella te dijo “te quiero”-
respondió Juanju intentando evitar los detalles mas embarazosos, y dejando entender, con su tono de voz, su desconfianza sobre la identidad de la persona que tenía delante. La duda sobre, que Jesucristo,  fuera  el hombre que tenia enfrente ganaba campo en su cabeza cada vez mas. Su incertidumbre era cada vez mas evidente.
Ah, si es verdad.- dice Jesucristo- Al siguiente día, la feria, cambió de pueblo y yo me tuve que ir. Pero fruto de ese encuentro, Maria Magadalena se quedó embrazada. A los nueve meses nació una niña preciosa llamada Juana Juana Nacaret Magdalena.
-         ¿Tuviste  una hija?- Pregunta Juanju  alzando la voz intentando superar el volumen de la música.
-         Si, y tu eres el ultimo descendiente descendiente de ella.