martes, 22 de noviembre de 2011

Jakelberry, el gnomo.


Hoy estamos de luto en casa. A muerto Jakelberry, nuestro gnomo de lavadora.
Cuando mis padres y mi madre compraron el piso, Jakelberry ya vivía dentro de la lavadora. Al contrario de todas las lavadoras la mía no funcionaba con electricidad, funcionaba con una pequeña bicicleta estática y un sistema de poleas que, dependiendo de la velocidad con la que pedalease el gnomo, hacia las funciones de lavado o centrifugado. No gastaba electricidad pero siempre se tenía que lavar todo con agua fría. El enchufe que sale de mi lavadora para conectarlo a la toma de corriente es para el mechero eléctrico, porque los gnomos fuman mucho, concretamente fuman ducados rubio sin filtro.
Los gnomos miden unos 45 centímetros, tienen las cejas juntas, pelo moreno con mechas rubias que se hacen ellos con agua oxigenada, barba poblada pero corta, hombros muy peludos y el labio inferior por encima del superior. Normalmente son exageradamente delgados pero con piernas musculosas. Jakelberry vestía con unos pantalones del falsos Barça  con el numero 8 de Stoikov (aunque era del Real Madrid), una camiseta de “imperio” de manga larga y una gorra de propaganda de pintura, donde se podia leer debajo de la visera “Titanlux”. Tenia muy mal humor, normalmente siempre estaba enfadado. Pero cuando realmente se enfadaba de verdad lo pagaba con nosotros y mirándonos mientras gesticulaba con las manos de una forma exagerada, nos insultaba en portugués, nos robaba lo primero que pillase por la casa y sin dejar de insultarnos se lo llevaba dentro de la lavadora.
Casi siempre se enfadaba con mi madre. A mi madre le encantaba ver las noticias de Telecinco, y por lo visto vio un día un reportaje donde hablaban de la seguridad en el trabajo que se le quedó grabado en la mente. Y cada dos días mientras cenábamos mis padres, mi madre, Jakelberry, mis hermanas y yo, mi madre miraba a los ojos al gnomo, señalaba a sus chanclas y, sin venir a cuento, le decía chillando como una loca   “¡¡ No cumples la normativa vigente en normas de seguridad laboral, Gnomo de mierda!!”. Eso lo que hacia es que Jakelberry empezara a insultar a mi madre en portugués (que, por cierto, se entiende todo) cogiera lo primero que tenia a mano, que normalmente era el plato de mi hermana Marga y se lo llevase dentro de la lavadora.
Hoy  mientras enterrábamos a nuestro querido gnomo, mi madre me a dicho, mientras me miraba con ojos llorosos a la vez que señalaba a Marga –Yo lo mosqueaba para que la “cerda” esta dejara de comer-. Tras decir eso se arrodillado para mirarme a los ojos. Y apoyando sus grandes manos en mis hombros peludos me ha dicho: - No esperes el “estirón” y deja de beber leche. Lo tuyo no es falta de calcio. Eres bajito porque tu padre era un gnomo”.

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