viernes, 3 de febrero de 2012

Ese cohete va a Venus...




“Ese cohete va a Venus… ¡Pues vamos a escordenus!” Este era el chiste que contaba continuamente el marido de Mariona y del cual ella estaba harta. Del chiste y del marido.
Cogió un taxi hoy llegaba tarde a la clínica para personas con deficiencias psíquicas donde trabajaba.
   -A la clínica “El Autista de Hamelín” por favor.
Durante el trayecto Mariona no podía dejar de pensar lo mucho que había empezado a odiar a su marido. Es que no era normal que con 45 años se hiciera llamar Dj. Yumaster Traller y su mayor afición fuese mezclar villancicos en un cassette de doble platina, a lo que el llama Villancico-Rap. Es vergonzoso. En la clínica tenia pacientes, que por menos de eso, necesitaban medicación.
Cuando se casó con el lo veía como un niño grande, un espíritu libre, una persona alegre y sin complejos. Aunque sus padres lo veían mas como un gilipollas. Y no les faltaba razón.
Mariona intenta evadirse escuchando el programa de radio que tiene sintonizado el taxista y mirando a través de la ventana. Ver los balcones decorados con adornos de navidad, le vuelve a recordar a su patético marido en la cena de Noche Buena del año pasado en casa de los padres de Mariona. Delante de toda la familia, se emborrachó con cuatro chupitos de licor de melocotón sin alcohol, se metió en la habitación de matrimonio y salió vestido con ropa de la difunta madre de Mariona, bailando reguetón. Al grito de “¡Miradme, soy la Señora Socorro y he resucitado pa’ mover to’ el potorro!”.
De repente Mariona escucha en la radio una voz familiar. No se lo podía creer.

   -Hola soy Dj. Yumaster Traller y me gustaría cantar, lo que yo llamo un “Villancico-Rap” dedicado a mi mujer Mariona Ruiz Tena.
Se escuchan risas de los locutores. Mariona se quiere morir de la vergüenza.
- De acuerdo Yumaster- dice el locutor mientras se aguanta la risa.
-Yeah, Yeah. Ande, ande, ande Mariona Ruiz Tena.
 Ande, ande, ande que mi mujer esta to’ buena.
 Ande, ande, ande Yo a mi mujer Mariona la amo.
 Ande, ande, ande y Chocho-Burguer es como la llamo.

-Uff, menudo imbécil!- Dice el taxista sintiendo vergüenza ajena- Ya hemos llegado señora, son diez con cincuenta… ¿señora?.

Mariona, boquiabierta, en estado de shock y con la mirada perdida. Solo puede escuchar la radio.
 - Este Villancico-Rap se lo dedico a mi mujer y a toda la peña de la clínica “El Autista de Hamelín” que se que me están escuchando…

En ese momento brota una lagrima del ojo de Mariona que recorre su cara hasta la barbilla donde se descuelga simulando el suicidio de su alma.

                                                                                                        

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