miércoles, 3 de noviembre de 2010

Relato de terror


Se ha ido la luz en todo el barrio, todas las calles a oscuras. Dan ganas de ponerse un gorro de lana, como el guitarrista de Amaral, que utiliza para disimular que es calvo (gran idea, por cierto…estaba entre ponerse un gorro o pintarse la cabeza con spray de color marrón oscuro), unos guantes con los deditos cortados y acercarse a un bidón ardiendo para calentarte las manos.

En mi casa la oscuridad es absoluta, intento orientarme palpando hasta el armario, cojo lo primero que puedo y me visto. Abro la puerta de casa, bajo las escaleras y llego a la calle. La calle esta solitaria y fría pero la luna ilumina débilmente, es con esa pequeña iluminación donde me doy cuenta que me he vestido como un maricón de esos que salen en “Fama”; zapatillas de andar por casa, mallas negras, una camiseta de tirantes rota e incomprensiblemente y contando que llevas camiseta de tirantes rota; un pañuelo palestino (que creo que la gente de “fama” se creen que el palestino tiene poderes. Ellos van a salir a bailar y piensan: “-Uff parece que hace frasquete en el plató ¿haber que me pongo?... ¿un abrigo de plumas?, ¿un yérsey de lana?...Ah! ya se! Cojo una mierda de pañuelo que se transparenta a tras luz, me lo anudo al cuello y así no pasaré frío!”... Es más, yo creo que los que salen en “Fama” también se visten a oscuras.)

Miro a un lado y a otro de la calle, creo distinguir a un africano. Pero no lo distingo porque sonría y se le viesen los dientes blancos, eso lo veo un chiste xenófobo y de mal gusto, lo distingo porque corre con un saco lleno de cd’s pirata. Pero ¿de que huye? No veo ninguna sirena de policía ni ninguna manifestación de PP, que extraño.

De repente escucho el eco de unos golpes secos en el suelo, suena como si una barra metálica golpease el asfalto en ese momento intento subir a mi casa, busco las llaves y ¡las llaves! ¡Maldita sea! ¡Las mallas no tienen bolsillos!. Los golpes se acercan creo que se el destino de esos golpes pero no puede ser, parece el trote de un caballo. En ese momento escucho el relinchar, dios mío, es un caballo y se acerca a mí. Entre la oscuridad distingo la silueta de un jinete, empiezo a correr como si la vida me fuera de ello, cada vez lo tengo mas cerca, me tiemblan las piernas por el miedo y resbalo, en ese momento el caballo con el jinete se detiene tras de mi noto su aliento en mi espalda, me jiro tembloroso y en ese momento distingo al jinete, la conozco! Se quien es! Y vosotros tambien! Es… es… ¡¡Es vuestra puta madre montada en un pony!!...

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